El satanismo es una ideología que ha sido objeto de controversia desde su aparición. Muchos argumentan que el satanismo es una creencia peligrosa que promueve la violencia y el mal. Sin embargo, esto no es necesariamente cierto. En este artículo, exploraremos el verdadero significado del satanismo y por qué no es una ideología peligrosa.
El satanismo es una religión relativamente nueva, que se originó en la década de 1960. El fundador del satanismo moderno fue Anton LaVey, quien creó la Iglesia de Satanás en 1966 en San Francisco. LaVey afirmó que el satanismo era una religión que celebraba la individualidad, el egoísmo y la libertad personal. En lugar de adorar a un Dios, los satanistas adoran a sí mismos y a su propia capacidad para tomar sus propias decisiones y controlar sus propias vidas.
El satanismo de LaVey se convirtió en un fenómeno cultural en la década de 1960 y 1970, y muchos famosos se unieron a la Iglesia de Satanás. Sin embargo, el movimiento satánico se desvaneció en la década de 1980 y hoy hay relativamente pocos seguidores del satanismo de LaVey.
A pesar de que el satanismo de LaVey ha disminuido, ha surgido un nuevo movimiento satánico en los últimos años. El satanismo moderno es diferente del satanismo de LaVey de varias maneras importantes. En primer lugar, los seguidores del satanismo moderno generalmente no se ven a sí mismos como adoradores del diablo, como lo hace LaVey. En cambio, los satanistas modernos ven a Satanás como un símbolo de rebelión y individualismo.
En segundo lugar, los satanistas modernos son más políticamente activos que sus predecesores. Muchos satanistas modernos se ven a sí mismos como defensores de los derechos humanos y la igualdad, y se han unido a causas políticas como el movimiento LGBTQ y la lucha contra la discriminación racial.
A pesar de lo que muchos creen, el satanismo no es una ideología peligrosa. Si bien algunos satanistas pueden abogar por cosas como la rebelión y la individualidad, esto no significa que estén promoviendo la violencia o el mal. En realidad, muchos satanistas modernos son activistas políticos que luchan por la igualdad y la justicia. De hecho, algunos satanistas incluso han demandado a gobiernos locales para instalar estatuas de Baphomet, una figura religiosa que ha sido adoptada por muchos satanistas modernos, junto a las estatuas cristianas en los tribunales federales en los Estados Unidos.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de los satanistas no son adoradores del diablo. En lugar de ello, el satanismo moderno se enfoca en la celebración de la individualidad y la libertad personal. Aunque algunos satanistas pueden usar el nombre de Satanás y otros símbolos religiosos para expresar esta ideología, no están promoviendo ninguna forma de mal o violencia.
El satanismo no es una ideología peligrosa. Si bien algunos pueden malinterpretar el satanismo como una creencia que promueve la violencia o el mal, esto simplemente no es verdad. Al igual que cualquier otra religión o ideología, el satanismo se basa en una serie de creencias y valores que no son inherentemente peligrosos. En realidad, muchos satanistas son activistas políticos que luchan por causas nobles como la igualdad y la justicia social.